¿Qué significan en realidad ser liberal, conservador o neoliberal?

En los últimos años, en el debate político mexicano —sobre todo en redes sociales y medios— términos como “neoliberal”, “liberal” o “conservador” han sido utilizados como etiquetas para descalificar al adversario. Lo curioso es que, en la mayoría de los casos, quienes los usan no saben realmente qué significan o cuál es su origen. Comprender estas ideologías nos ayuda no solo a debatir con mayor honestidad, sino también a entender la historia política de México y los caminos que podríamos tomar como sociedad.

Liberales y conservadores: más allá de los insultos
En el México del siglo XIX, el liberalismo y el conservadurismo no eran simples modas ideológicas: eran proyectos de nación profundamente distintos. Inspirados en corrientes europeas y organizados inicialmente en logias masónicas —yorkina y escocesa, respectivamente—, ambos bandos marcaron décadas de inestabilidad política, pero también de definiciones cruciales.
José María Luis Mora,
Los liberales, representados por pensadores como José María Luis Mora, apostaban por un Estado federal, la descentralización del poder y la debilitación de los privilegios eclesiásticos y militares. Defendían la propiedad privada y el acceso al poder mediante el sufragio segmentado, una visión más elitista, pero con la intención de modernizar al país.
Por su parte, los conservadores, con figuras como Lucas Alamán, promovían un Estado centralista, fuerte, con una estrecha alianza con la Iglesia católica. Su proyecto se anclaba en la continuidad cultural e institucional del virreinato, buscando preservar tradiciones y jerarquías.

Lucas Alamán
Ambos proyectos influyeron de manera decisiva en el desarrollo económico del país. Paradójicamente, tanto liberales como conservadores abrazaron el capitalismo en la segunda mitad del siglo XIX, especialmente bajo el Porfiriato, que fue liberal en lo económico, pero autoritario en lo político.

¿Y el neoliberalismo?
Muchos usan “neoliberal” como sinónimo de traición a la patria, pero el término es en realidad una doctrina económica. Surgida en el siglo XX, el neoliberalismo plantea que el Estado debe reducir su intervención en la economía, confiando en que el libre mercado es el mejor organizador de la vida social.
Miguel de La Madrid
Sus principios básicos son: privatización de empresas públicas, apertura comercial, propiedad privada como motor del desarrollo, y reducción del gasto social. En México, esta ideología se implementó con fuerza a partir del gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), cuando el Estado pasó de controlar más de mil empresas a manejar apenas unas 400. Más que una traición, fue una respuesta —equivocada o no— a una crisis económica severa. El modelo neoliberal promovió estabilidad macroeconómica y control de la inflación, pero también profundizó desigualdades y debilitó servicios públicos como la salud y la educación.

Una mirada más serena
Liberalismo, conservadurismo y neoliberalismo son formas de ver el mundo, cada una con sus virtudes y errores. El liberalismo apuesta por la libertad individual y el progreso; el conservadurismo valora el orden y la tradición; el neoliberalismo, la eficiencia del mercado.
En vez de usarlos como insultos, deberíamos analizarlos con seriedad. Todos estos pensamientos, en el fondo, buscan el bienestar social. El debate político debería girar en torno a qué ideas son más adecuadas para el México actual, no en descalificaciones vacías.

Volver al significado original de estas palabras puede ayudarnos a tener un diálogo más inteligente, más humano y, sobre todo, más útil.
Espero tu opinión en gilberto.limon@lideratium.com
Gilberto Manuel Limón Corbalá
CEO de LIDERATIUM